Mi historia empieza desde mi niñez,siendo un niño tartamudo que vivía en las zonas marginales del sur de Lima en Perú. Recuerdo los días de juego con el balón de fútbol en calles de arena sin pavimento. Al intentar ir solo a mi terapia de lenguaje, pues mi madre ya no podía llevarme por su trabajo, sufrí un accidente de tránsito que me hizo pasar la navidad en el hospital. Después de ese episodio nunca termine mi terapia de lenguaje. Siempre tuve el deseo de poder hablar en público, pero a la vez me trababa. Este tipo pensamientos eran tan recurrentes en mi que me dejaron un sin número de limitaciones. Con el paso de los años pude aprender a descubrir mis fortalezas y, conectarlas con mi propósito y, además, monetizar mi potencial para ser feliz no solo conquistando mis sueños, sino disfrutando el viaje mientras lo logro.

«Sin transformación no hay Liderazgo». Es uno de mis pensamientos más presentes. La alta apreciación que tengo por el capital humano me ha inspirado a la urgencia de ayudar a despertar la conciencia de los entornos donde me conecto: clientes personales, empresas, emprendedores y coaches. Me encanta que las personas se  mantengan creciendo para ver su propia manifestación por fuera. ¡Y esto es lo deseo de tí!í